La realidad de todos los patrimonios culturales, ya sea Huacas o cualquier tipo de vestigio antiguo, a día de hoy es solamente un juego de intereses y poder, donde el patrimonio cultural queda en un segundo plano siendo ocultado por una primera que es el interés personal de la población. Por ejemplo, notamos que son los campesinos quienes muchas veces se encuentran invadiendo el terreno que rodea las zonas arqueológicas o atentando sobre los mismos, pero nunca nadie mostró interés por tratar de averiguar el por qué de esta situación, más lo cierto es que a raíz de ello se generan una serie de leyes que intentan salvar estos vestigios y sancionan esos hechos; pero que a la vez no se siente como presente, pues al mismo tiempo que estas existen, son violadas.
Lo cierto es que los pobladores por desconocimiento o ignorancia no toman en cuenta la importancia del patrimonio, tratan de sobrevivir invadiendo los alrededores de las huacas con el fin de habitarlas, o si encuentran alguna reliquia pueden venderlo, o hasta usar el mismo material de ella para construir sus propias viviendas.
Lamentablemente este tipo de situaciones no se pueden solucionar, no se puede cambiar la mente ni al campesino, ni al funcionario encargado de ello, entonces la búsqueda de soluciones debe ser en consenso, se tiene q buscar inversión a manera de ofrecer viviendas o terrenos para la población, pues esta se manifiesta como razón primordial de los atentados y maltratos al patrimonio. De esta manera se intentará lograr un mutuo acuerdo, satisfaciendo las necesidades de la población y a la vez conservando nuestra cultura.
Por: Clelia Iberico Arana
Estudiante de antropología – Universidad Nacional de Trujillo
Lo cierto es que los pobladores por desconocimiento o ignorancia no toman en cuenta la importancia del patrimonio, tratan de sobrevivir invadiendo los alrededores de las huacas con el fin de habitarlas, o si encuentran alguna reliquia pueden venderlo, o hasta usar el mismo material de ella para construir sus propias viviendas.
Lamentablemente este tipo de situaciones no se pueden solucionar, no se puede cambiar la mente ni al campesino, ni al funcionario encargado de ello, entonces la búsqueda de soluciones debe ser en consenso, se tiene q buscar inversión a manera de ofrecer viviendas o terrenos para la población, pues esta se manifiesta como razón primordial de los atentados y maltratos al patrimonio. De esta manera se intentará lograr un mutuo acuerdo, satisfaciendo las necesidades de la población y a la vez conservando nuestra cultura.
Por: Clelia Iberico Arana
Estudiante de antropología – Universidad Nacional de Trujillo
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